lunes, 23 de noviembre de 2009

Isabel la Católica, novelada en su juventud por Ángel de las Navas Pagán

Una doncella de Castilla
Isabel de Castilla
La heroica juventud y el mundo de una futura gran reina
Ágel G. Las Navas Pagán
Editorial Mir. Fondos Distribuidos (158 pags)


Julia Sáez-Angulo

El escritor Ángel G. Las Navas Pagán ha novelado la juventud de Isabel I de Castilla, llena de avatares familiares y políticos, en unos territorios donde las tensiones, recelos, prisiones, huidas y traiciones eran habituales como en una película de enredos.

Nacida en 1451 en Madrigal de las Altas Torres (Valladolid), prisionera co su madre en el castillo de de Arévalo, fallecida en Medina del Campo en 1504 y enterrada en Granada, Isabel de Trastámara se preparaba en la cultura del Renacimiento para estar a la altura de un gran gobernante. Estudio latín con la mejor profesora de su tiempo Beatriz Galindo, la Latina, para poder parlamentar con los dirigentes y embajadores de su tiempo.

El trono lo obtuvo a la temprana edad de 23 años, después de una lucha con doña Juana la Beltraneja, hija de don Beltrán de la Cueva y la esposa del monarca Enrique IV el Impotente que deseaba tener descendencia para el trono y consentía la presencia del don Beltrán. Fue reina de Castilla y León desde 1474 hasta 1504 y reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1979.

Isabel llegó al trono tras la guerra de Secesión en Castilla (1475 – 1480) contra los partidarios de su sobrina Juana. Se le proclamó reina en 1474 en Segovia y se casó por amor con su primo Fernando de Aragón, un príncipe sagaz que con el tiempo inspiraría el libro “El Príncipe” de Maquiavello.

Comprometida desde muy niña con su primo Fernando
Desde muy niña estuvo comprometida con su primo Fernando, hijo de Juan de Aragón. Tras las Bulas papales se firman las capitulaciones matrimoniales en 1469. Para lograr este matrimonio Isabel tuvo que escaparse de Ocaña y Fernando tuvo que atravesar Castilla, disfrazado de mozo de cuadra.

Para Ángel de las Navas Isabel I fue “una de las mujeres más insólitas y singulares de la Historia de España y universal. No le faltaron preocupaciones, sufrimientos, estudios, trabajos, duras luchas, ilusiones y aventuras impuestas por las circunstancias adversas que le tocó vivir”.

“La futura Isabel I de España tuvo un anhelado amor y los peligros la acecharon siempre”, explica el autor, que ha consultado de modo riguroso los hechos reales de esta mujer “hoy camino de los altares”, por sus virtudes y su afán renovador de la Iglesia en España, en momentos de corrupción de la Corte y el clero. Ella logró el derecho a proponer obispos, en su deseo de que no se le impusieran personas no dignas de tal cargo. El título de Reina Católica le vino por el lado de su esposo.

La novela narra la infancia y juventud de esta reina, aspectos menos estudiados en sus biografías, hasta su accidentado matrimonio en Valladolid en casa de Juan de Vivero. Un matrimonio que tuvo seis hijos, bien situados en sus matrimonio pero malogrados en su desarrollo. La reina vio morir a dos de sus hijos: Don Juan y la primogénita.

Isabel la Católica cuenta con una amplia iconografía entre la que destacan el cuadro de Luís Madrazo en la Biblioteca Nacional de España.

Ángel de las Navas ha publicado también el libro “La trascendencia de la tercera edad” (Editorial Nostrum, 148 páginas) y prepara una biografía de Juana la Beltraneja.


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