domingo, 8 de noviembre de 2009

Jorge Rando, "Pintarradas", libro presentado en el hospital Noble de Málaga

Pintarradas
Jorge Rando
Editorial Trea

Julia Sáez-Angulo


El artista Jorge Rando presenta su libro de óleos sobre papel titulado “Pintarradas”, una abstracción de gesto automático resuelta en sus colores más característicos: verdes, negros y rojo magenta. En el acto, que tendrá lugar el día 11 de noviembre en el Hospital Noble de Granada, interviene el profesor Enrique Castaños para glosar la obra del artista malagueño.


Para el presentador: “Las Pintarradas de Jorge Rando sólo aparentemente son un divertimento, una recreación lúdica con la que el pintor descansa y se relaja después de horas de reflexión y de trabajo al realizar sus grandes series temáticas. Estas pequeñas pinceladas libérrimas en realidad constituyen un auténtico microcosmos del macrocosmos que es la pintura de Rando en su conjunto. Un microcosmos por su capacidad de síntesis, pero sobre todo porque encierran los rasgos esenciales de su Dichtung, de su poética creativa: la soltura del trazo, la fluida comunicación entre las distintas zonas de la superficie, la expresión del sentimiento, la simbología del color. No se olvide que Rando es un pintor neoexpresionista, un heredero directo del Expresionismo alemán y centroeuropeo, al que ha estudiado con dedicación constante”.

“Sin embargo, junto a la herencia artística alemana de la vanguardia histórica, también está la del Expresionismo Abstracto americano, en concreto su polo gestual, el de Pollock y Motherwell, es decir, el gusto por el dripping, por la intervención del azar, por un azar controlado que en última instancia deriva del automatismo gráfico del surrealismo, especialmente de André Masson. Y no se olvide que fue precisamente un alemán, Hans Hofmann, quien aclimató el expresionismo germánico en los Estados Unidos a través de una escuela que fundó en Nueva York en los años treinta, por la que pasaron Pollock y Still como alumnos, y que fue él uno de los inventores del dripping. De hecho a estas pintarradas de Rando se les puede aplicar una finísima observación de Hofmann: «La esencia de la pintura es el plano. El plano es sinónimo de la bidimensionalidad».


“El propio Rando se refería en un texto escrito en París en 2002 al carácter expresivo de su obra, perfectamente aplicable a estos trabajos que comentamos: «Pintor unido a su instinto. Expresión, movimiento y fuerza. Pinceladas enérgicas. Pinceladas ágiles que no se cierran en sí mismas, sino que cada una tiene su propia autonomía. Pinceladas muy sueltas que producen unos movimientos rutilantes. En el trazo del pincel es donde se observa el ritmo del cuadro». Complementariamente a estas declaraciones, también se ha referido al hondo carácter espiritual de su obra abstracta, que no es más que una transfiguración de la materia”.


Conexión con los “Cuadernos de Hamburgo”


“Pero también hay obra con evocaciones figurativas en estas pintarradas, como esas masas arbóreas con una densa copa negra, o esas cabezas de caballos con el texto Existiert Kaum (casi no existe), que sin embargo parecen desarrollarse en otras hojas y convertirse en auténticos caballos semiocultos en la maleza de pinceladas de óleo y de tinta sobre el papel”, continuó diciendo el profesor Castaños.


“Hay una pintarrada espléndida que conecta directamente con algunos dibujos de uno de los llamados Cuadernos de Hamburgo. Se ven en ella dos grandes manchas negras flotando en la superficie del papel, aunque también parecen sostenerse en una suerte como de tallos verdosos muy ramificados. Es una evocación abstracta, sin duda, del célebre cuadro de Caspar David Friedrich Dos hombres contemplando la luna, una de las obras emblemáticas del Romanticismo alemán. Al igual que esos hombres que parecen rendir un culto panteísta a la Naturaleza, Rando quiere, y lo hace de manera inmejorable, que exploremos el interior del hombre, para así elevarnos al auténtico reino del Espíritu”.

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