lunes, 26 de marzo de 2012

La estatua de Pedro de Villagrá, conquistador y gobernador general de Chile, relegada en Mombeltrán de Ávila


L.M.A.

La hermosa estatua del Pedro de Villagrá1 (1508-1577), conquistador y gobernador general de Chile, que llevó a cabo el escultor Conesa , ha quedado relegada a un lugar secundario, después del traslado de la misma en un sitio más céntrico e importante de la villa de Mombeltrán, al sur de la provincia de Ávila. Esto ha causado la contrariedad y el enojo de algunos intelectuales y americanistas, como el profesor Eduardo Tejero Robledo, natural de la citada villa. El nuevo emplazamiento de la estatura da lugar a su deterioro por celebración de botellones y acumulo de basura y suciedad.

El profesor Eduardo Tejero Robledo escribió Mombeltrán. Historia de una villa señorial (SM, Madrid, 1973; Depósito legal: M. 3497 – 1973) y con motivo del 4º centenario de la muerte de Pedro (1977), movió a las autoridades y gentes de la cultura en Mombeltrán para que se recordara a hijo tan preclaro como soldado y defensor de los Indios. Por unanimidad, en 1977 se colocó una magnífica estatua de Pedro de Villagrá, obra en bronce del escultor Conesa, en el espléndido parque de la Soledad. Antes de 1990, incomprensiblemente, al parecer por la presión de cierto movimiento que ignoraba la categoría de tal antepasado, la autoridad levantó la estatua y quedó desterrada y arrinconada camino de cementerio (Tejero Robledo, E.: Arenas de San Pedro y el Valle del Tiétar. Historia. Literatura. Folclore, Fundación “M. Gómez Matías”, Arenas de San Pedro-Ávila, 1990, p. 27; Depósito Legal: AV-266-1990).

Pedro Villagrá nació en la Villa de Mombeltrán y cuando tuvo la edad del soldado pasó a Indias siguiendo la saga de los Villagrá ya presentes en América. De Cartagena de Indias bajó a Perú y luego a Chile animado por su primo, el Adelantado Francisco de Villagrá, y asistió a la fundación de Santiago (1541) y en aquella tierras pasaron penas interminables, resaltando la voz unánime que Pedro “se distinguió siempre por su humanidad para con los indígenas”. En 1563 sería designado Gobernador General de Chile.

En la vidriosa cuestión del tratamiento a los indios, mandó aplicar las justas y mejoradas Ordenanzas de Hernando de Santillán. Pedro debió dejar su cargo y pasar a Lima y allí falleció (11-9-1577). En su testamento, una manda chirriante para muchos, pues dejaba o devolvía a los indios la encomienda de Parinacochas.

La villa de Mombeltrán

La villa de Mombeltrán, al sur de la provincia de Ávila, descendiendo el Puerto del Pico, está situada en el Barranco de las cinco villas, de la que fue cabeza en el señorío del famoso Don Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque, y concentró historia, personajes, monumentos y comercio.

No hay que olvidar que por sus linderos pasaba la Cañada Real de la Mesta con aquel trasiego de miles de ovejas hacia las dehesas extremeñas. Por lo tanto no puede sorprender que fuera apreciado centro comercial y que su población medieval arracimara una crecida población donde no faltaban las comunidades de judíos, moros y cristianos, que darían que hablar en la historia de España.

Entre sus personajes famosos destaca el conquistador en Indias Pedro de Villagrá (1508-1577), quien en gesto singular acabaría defendiendo las tesis en la defensa de los Indios, que mantuvo bien pronto la Escuela jurídica de Salamanca con el gran Vitoria; y que alentaron ya en tiempos del Descubrimiento los dominicos Fray Antón Montesinos y Bartolomé de las Casas.

De sus monumentos señalamos la Corredera, como hermosa y blasonada Plaza Mayor, donde sobresale el Hospital de San Andrés (S. XVI), destinado a acoger a peregrinos romeros de Guadalupe, que ahora parece volver en un movimiento historicista y sacro. También la Parroquia de San Juan Bautista, como templo de dimensiones catedralicias y un buen conjunto de resaltes artísticos en la variada imaginería, rejería… de sus naves y altares. Y, finalmente, el grandioso Castillo ducal de Don Beltrán de la Cueva, estratégicamente elevado en un altozano y con su conjunto torreado que lo hace auténticamente singular.

La población se ha dedicado durante siglos al cultivo de viñas, higueras y olivares, y al trabajo del pino resinero en sus densos bosques jurisdiccionales, pero esta industria se encuentra hoy en declive total.

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