miércoles, 24 de octubre de 2012

Pablo Carnero, la Fotografía analógica y en Blanco y Negro como lenguaje del espíritu


Pablo Carnero, artista visual




Julia Sáez-Angulo
  

        24.10.12.- Madrid .-Pintor, escultor y fotógrafo, Pablo Carnero (Zamora, 1972) residente en Madrid, ha querido concentrarse últimamente en el lenguaje de la fotografía para llevar a cabo una serie de rostros de hombres y mujeres en las artes: pintores, escultores, poetas, fotógrafos, grabadores, compositores, cineastas…

         Las artes son todo uno porque parten del tronco común de la creatividad. “En principio los modelos son personas ligadas a mí por el interés de su arte, porque me gusta la pintura, escultura o poesía que hacen. A partir de aquí me relaciono con otras figuras a las que trato de conocer y si su obra me interesa, avanzo con la cámara fotográfica”.

         Fotógrafo desde los primeros años en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, Pablo Carnero Martín optó por la fotografía analógica y el blanco y negro, que en un principio revela en su propio laboratorio fotográfico . “Me gusta el ritmo cuidado de las fotos analógicas, el estudio de la pose, luces y revelado con sales de plata. El color me parece llamativo y chirriante, prefiero la sutileza del blanco y negro con las infinitas gamas de grises (luces) y eso sólo lo proporciona con calidad la fotografía digital”.

         El entusiasmo de Pablo Carnero por su actual trabajo se traduce en alabanzas: “la fotografía en blanco y negro es como un dibujo, donde se pueden lograr matices sutiles y poéticos”, eso no lo proporciona la cámara digital, que tiene otras propiedades o virtudes. Los carretes y el revelado se hacen cada vez más difíciles y escasos, pero de momento cuento con el laboratorio especializado de José Manuel Castro Prieto que es una maravilla, porque está llevado por otro fotógrafo artista”. Sus últimas series de fotografía han sido sobre Egipto o las Llanuras de Zamora.


Una sucesión de encuentros

         Pablo Carnero ha fotografiado, entre otros, a Juan Alcalde, Luis Alberto de Cuenca, Antonio Marín Albalate, Julia Sáez-Angulo, José María Castro Prieto… y tiene en perspectiva al pintor Antonio López, su admirado maestro, y los escultores Julio y Francisco López Hernández, entre otros. “Cada sesión es un rico encuentro con un creador artista”.

         “Del asombro y el silencio” (2011) fue el título de la última exposición de Pablo Carnero itinerante por diversas ciudades de Castilla y León, que comenzó en el palacio Pimentel en Valladolid. La Diputación de esta ciudad adquirió para sus fondos el relieve titulado “El dormitorio” (poliéster, 60 x 50 cm). “Ha llegado la hora de pasar varios de mis relieves y esculturas al bronce, porque es un material noble, de la misma manera que lo es el óleo o las sales de plata en la fotografía en blanco y negro”, declara el artista zamorano.

         Pablo Carnero se considera un artista exigente y clasicista en su trabajo y esa exigencia va desde los materiales al acabado. “Las posmodernidades han pasado y hay que aparcarlas”, añade con una sonrisa.


        

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