lunes, 3 de diciembre de 2012

Sofía Reina expone su serie pictórica sobre la Vida de Cristo en la Capilla de la Fe de Madrid





Julia Sáez-Angulo

              La artista Sofía Reina expone su serie pictórica sobre la Vida de Cristo en la capilla de la Hermandad y Cofradía del Silencio del Santísimo Cristo de la Fe en la madrileña calle Atocha, 87. La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo día 10 de enero de 2013, coincide con la apertura al público del belén de la citada cofradía.

           La exposición de Sofía Reina Rodríguez (Almadén, Ciudad Real, 1952) que lleva por título “2000 años de amor”, se expuso anteriormente en el Archivo Histórico de Toledo y es un relato evangélico de la vida de Jesús de Nazaret desde el silencio de María al conocer su maternidad divina hasta la Resurrección del Salvador.

          Una quincena de cuadros pintados desde la fe y la maestría de una pintora con larga trayectoria artística. Colores fríos o calientes, según los temas. Muy hermoso el gran cuadro de “Las bodas de Caná” resuelto en azules y blancos, en medio de una de las paredes del Oratorio, donde la figura de María suplica con humildad a su Hijo que va a hacer el milagro que le pide.

        Muy bien compuesto el cuadro sobre la Epifanía, donde aparecen cinco rostros: María, el Niño y los tres reyes magos que concentran visualmente su ofrenda en un hermoso pomo. Un ritmo casi circular en la composición, donde se aprecia la sacra conversatione que requiere en los personajes de toda pintura de tema religioso.

         El Niño entre los doctores del templo es otro cuadro de factura lograda, donde el Infante de cabello rubio resalta con luz y majestad entre los doctores del Antiguo Testamento.

Cristo como hombre

        “He pretendido mostrar a Cristo como hombre, sin olvidar que es Dios”, declara Sofía Reina. Ciertamente la pintora reserva el halo de luz, el aura de santidad,  para el Cristo Resucitado, mientras que en las representaciones anteriores es un Cristo hombre, como se aprecia en el bautismo junto a Juan Bautista en el Jordán, junto a los niños o la Magdalena.

         Un grabado titulado “Amor, dulce amor”, con la Virgen y el Niño pone punto final a la exposición.

            María Pilar Zamora escribe en la presentación de la muestra:  “Para  realizar la  exposición –la autora- ha  seleccionado  escenas  de  la  figura  de  Jesús  que  narran  los  Evangelios. Escenas, en  las que  ha  buscado  más  que solo  estética, el significado en  torno  al  tema  que  las  reúne  “2000  años  de  amor”.


              “Deseo  que  con  esta  exposición  Sofía  Reina  se sienta satisfecha con la  meta que  en  esta dimensión  se había marcado y  todos los que nos acerquemos  a  contemplarla,  podamos  admirar  esa    muestra  de  arte religioso   tan  pensada,  sentida  y  trabajada    como  es  la  pintura  que ella  siempre  ofrece”.

          En suma, una exposición donde se aprecia un buen dibujo, excelente color, dignidad de la representación de Sofía Reina y el pulcro montaje de la mano de Pedro López en una capilla recién restaurada y con un excelente belén de grandes figuras en madera.

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