martes, 28 de mayo de 2013



PATIOS  TOBOSEÑOS, JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS 

patio toboseño

L.M.A.



Un año más coincidiendo con la festividad del Corpus, vuelve a mostrarse el esplendor de los  Patios  toboseños, que llega a su cuarta edición.

Dentro del rico y amplio patrimonio artístico toboseño uno ellos son los patios, legado conservado en toda su magnificencia, que son una muestra de los tesoros ocultos en el interior de las elegantes casas señoriales toboseñas.

La variedad de los patios que se muestran van desde lo patios de las casas típicamente castellanas, con su influencia toledana, a los patios manchegos de las magníficas moradas de labranza pasando por los patios de las casas de principios del siglo pasado, que correspondían con las viviendas de los propietarios de las importantes explotaciones agrícolas de aquella época.

Patios con los cánones de las casas castellanas, con dos plantas, armoniosas columnas de piedra que soportan elegantes corredores de madera, suelo empedrado inscrutados con piedras haciendo dibujo de cachemir y que se acceden después del zaguán, de origen árabe, que han recibido la visita de ilustres y aventureros viajeros de los siglos XIX y XX, como Jaccaci, Urrabieta Vierge, Azorín, Benito Peréz Galdós,…que describen las casas y los patios en sus escritos y libros e incluso con ilustraciones como las de Carlos de Haes, que nos pinta  el exterior de un horno, dónde se encuentra el soberbio patio, conocido como de las murallas del siglo XIII-XIV, con dos puertas de doble arco ojival de influencia mudéjar.

También se pueden contemplar patios en casas que guardan valiosos oratorios, como la conocida casa de Mergelina, con una bóveda decorada con frescos de la escuela toledana de lo siglos XVII y XVIII; resaltar que a esta casa señorial se accede po una puerta con soberbio dintel y pilares de piedra y elegante escudo nobiliario.


Hay patios manchegos  con una gran amplitud, dónde están armónicamente  unidos  las estancias principales de los moradores  con los espacios de las labores: pesebres, caballerizas, gallineros y corrales y también se muestran la riqueza etnográfica de las labores agrícolas y ganaderas.

Por ende, las calles toboseñas se engalanan para la celebración solemne, festividad que año tras año ha ganado tanto religiosamente como ornamentalmente: toldos decorativos en el recorrido procesional, dibujos florales para adornar el paso del palio y convertido en alfombra de sugerentes colores, balcones y ventanas enramadas que desprende aromas de plantas silvestres, como el tomillo y el romero entremezclado con el embriagador olor de las flores y el perfume del incienso.

Desde el Ayuntamiento se anima a visitar El Toboso para conocer y disfrutar de este valioso patrimonio como referencia importante del turismo regional y nacional, tanto en su vertiente cervantina como patrimonial-cultural, donde la hostelería local se implica con una variada y suculenta gastronomía.

Un fin de semana en la Patria de Dulcinea dónde podrá disfrutar y deleitarse de secretos, aromas, colores, sabores y sobre todo,  recibidos, acogidos  por un gran ambiente y amabilidad de los toboseños.



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