miércoles, 31 de julio de 2013

Carlos Falcó publica el libro “Oleum” sobre la cultura del aceite


 

Julia Sáez-Angulo

         España es un país de hermosos olivos, productor importante de aceite de oliva y exportador desde siempre, al menos desde el Imperio romano. El conocimiento y la cultura del aceite debieran ser claves en nuestra sociedad. Para contribuir a ello, Carlos Falcó, Marqués de Griñón ha escrito y publicado un libro interesante titulado con la palabra latina “Oleum”, publicado por la editorial Grijalbo.

         El libro, con pastas duras, acoge capítulos tan seductores como: Una saga de aceite y vino, Cinco milenios de historia, El óleo de Yahvé, El regalo de Atenea, El rey de la dieta mediterránea, Del olivo al aceite virgen extra, Un placer de dioses, Oro líquido para el Tercer Milenio, y Epílogo: hacia una cultura del aceite de oliva virgen extra.

         Célebre viticultor, Carlos Falcó (Sevilla, 1937) también cultiva el aceite en su tierras y por ello ha querido ocuparse de este sustancia de oro líquido cada día más apreciada en la cocina y la restauración. Para disfrutar las cosas, mejor conocerlas a fondo. El gourmet es un afortunado porque sabe saborear mejor la esencia de las cosas. Falcó, junto a su hija mayor Sandra, ha apostado por los aceites de calidad y de prestigio, lo que ha constituido un acierto.


marqués de Griñon


         El libro Oleum ofrece un poco de historia sobre el aceite, clave en la cultura y la dieta mediterránea. La variedad de aceitunas es una riqueza y cada clase aporta unos matices diferentes que vale la pena distinguir.

         Oleum viene después de otro libro titulado Entender de vino, en el que el marqués de Griñón contaba todo lo que conoce y sabe de vinos, así como recomendaciones prácticas para los consumidores. Oleum, que va ilustrado con fotos en color, familiares y de lugares como las almazaras propias, está dedicado a Marco Mugelli, un italiano gran experto en aceite.

         “Este libro se centra exclusivamente en reivindicar el aceite de oliva virgen extra (VE) elaborado en condiciones que preserven sus principales cualidades gastronómicas”, explica el autor en el prólogo. Conviene desconfiar del aceite con otras denominaciones, en especial del "refinado" porque aunque parece fino, no es otra cosa que sometido a altas temperaturas por lo que pierdes sus grandes propiedades culinarias y nutritivas.

El volumen “anuncia con detalle como la tecnología del siglo XXI permite hoy transformar la extracción del aceite de oliva extravirgen, como ya ocurrió en la elaboración del vino hace tres o cuatro décadas”, añade Griñón.

La cultura del aceite de oliva es un reto y ha de parangonarse con la cultura del vino, hoy más extendida que la primera. España, potencia en buenos chefs de cocina ha de ir de la mano con un buen conocimiento de aceites y vinos.

No olvidemos que España era ya la gran exportadora de aceite a Roma y el monte Testaccio da fe con sus excavaciones de cientos de ánforas procedentes de la Bética.





No hay comentarios: