miércoles, 2 de diciembre de 2015

Raúl González Martín, autor del poemario “Grafitis en la calle”







L.M.A.


         02.12. 2015 .- Raúl González Martín es el autor del poemario Grafitis en la calle, libro publicado por Gramdosa en Madrid. Se trata del tercer libro del escritor de poesía y relatos.

         Julia Sáez-Angulo ha escrito en el prólogo del libro titulado De la Poesía, los versos y Raúl González:

         “Cada poeta es una isla, un mundo propio gestado en el humus de la cultura, de la lectura, de la reflexión, del pensamiento y el sentimiento…, pero todo lo que no es tradición es plagio, advertía el filósofo don Eugenio D´Ors, para aquellos escritores o artistas que llegan a creer que no deben nada a nadie.

         Para muchos, la poesía es el género más sublime de la literatura, aquel que condensa en menos espacio un concepto subjetivo filosófico, emocional o lúdico, un género que toma como materia la palabra, su significado y su sonoridad, porque la poesía es también música y ritmo, además de pensamiento.

         Raúl González Martín (Madrid, 1970) es un artífice con la palabra como material de punto de partida, para llegar al artista que realiza un poema. El poeta ama el significado de la palabra, gusta de su sonoridad, juega con su sugerencia y la lleva a aliteraciones o juegos como en los versos Esquiva el despojo en el espejo… o cuando escribe deja al bebedor, al vividor… que culminan en algunos poemas como el titulado Familias léxicas, en el que cada verso relaciona las palabras en su color y significado. Otras veces le gusta resaltar las palabras en su singularidad, después de un verso largo:

         Sí, tú, ese que tiene la cara derrotada y el alma también.
(…)
La vida de crápula y de nómada que llevas no te viene bien.

Dicción hacia el tú del propio autor

El poeta utiliza a veces el tono imprecativo, la segunda persona, la dirección hacia un tú, que el lector puede identificar con el autor o consigo mismo, en una interpretación universal.

¿Quién es ese tipo que aparece en el espejo?
Sí, tú, ese que tiene la cara derrotada y el alma también.
¿No ves que pareces un lémur con agobio?
La resaca de hoy es dura y te ha superado.

La poesía es vida. En algunos poemas, el autor acude a su profesión, al mundo de la justicia, como en el titulado Proceso, donde, con el lenguaje sincopado del verso, describe o define cada elemento que interviene en aquel. Algo similar sucede en Antesala o El socio.

         Un cierto tono elegíaco se desprende de algunos versos: Zapatos de una vida/       Que ya quedaron grandes…, o en el poema Perdona como fui, dedicado al padre. El paso del tiempo es una idea que golpea con frecuencia al poeta. En otros poemas, por el contrario se percibe el tono celebrativo, porque en la vida, que es un todo, siempre hay alternancia de hechos y sentimientos.

         Algunos poemas son de corte narrativo como Vivir en África o De lo que ocurrió en el castillo del conde Drácula, sin duda fruto de algún viaje y recuerdo del poeta.

         La esencia de la poesía es penetrar en las cosas a través de las imágenes, invocar la realidad más honda a través de las metáforas. Solo en la poesía cada palabra tiene un valor tan poderoso. Solo en la extrema densidad de la poesía el error de una sílaba de más o de un adjetivo desafortunado se paga a tan alto precio, advierte con acierto Fernando García Cortázar.

         Grafittis en la calle es un poemario de variados registros, una alcancía escrita, donde el poeta guarda miradas, observaciones, emociones y sentimientos. El autor observa la vida y la transmuta en las palabras, ricas y concentradas de la poesía, en el lenguaje condensado de los versos”.








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