miércoles, 27 de septiembre de 2017

Lita Cabellut, Exposición Retrospectiva en el Espais Volart de Cataluña




pinturas de Lita Cabellud



L.M.A.

            27.09. 17 .-             Retrospective es la muestra de la artista Lita Cabellut (Sariñena, 1961) que se podrá visitar en los Espais Volart del 5 de octubre de 2017 al 27 de mayo de 2018. Después de la exposición “Trilogía de la duda” celebrada en el año 2013 en el Espai Volart 2, la primera de la artista en el Estado español, la Fundació Vila Casas inaugura espacio expositivo con una muestra retrospectiva que ocupará toda la superficie de los nuevos Espais Volart ocupando cerca de 1.600 metros.

            Ideada y dirigida por Antoni Vila Casas y Lita Cabellut, “Retrospective” reúne obras de los últimos años organizadas en varias series comprendidas entre 2008 y 2017: “Ethics” (2017), “Disturbance” (2015), “Blind Mirror” (2015), “Tempus & Divine” (2015), “Black Tulip” (2014), “Dried Tear” (2013), “After the Show” (2012), “Camaron” (2012), “Memories wrapped in gold paper” (2012), “Coco” (2011), “Frida” (2010), “Madness and Reason” (2010), “Installation” (2010), “State or grace” (2010), “Country life” (2009) o “Dillusion” (2008) serían las principales.

            Según Daniel Giralt-Miracle, autor del texto “Lo bello y lo siniestro: confrontaciones dialécticas” que introduce el catálogo: “Lita Cabellut es una creadora muy fértil y esta exposición solo recoge una parte de la cuantiosa obra que ha producido en la última década, una obra peculiar, que no deja indiferente, que no sabes cómo calificar técnicamente y que no renuncia a la fealdad o al kitsch, pero que sin duda es personal y contundente, como ella misma”. Impressions of Asia 03. 2014. Técnica mixta sobre tela. 260 x 200 cm.


Influencias

            La obra de Lita Cabellut se caracteriza por traspasar los límites convencionales de la pintura, prescindiendo de los cánones que imponen las escuelas, las modas y los estilismos. Gran conocedora de los clásicos españoles y holandeses, los introduce en su obra ya sea temática o formalmente, afrontando enérgicamente la idea de modernidad pero siempre desde la herencia de los grandes maestros de la historia del arte. Según Giralt-Miracle, la artista “se confiesa enamorada de Goya, de Velázquez, de Ribera y de Rembrandt, y yo añadiría que también admira a Durero, Rubens, Zurbarán, Van der Weyden, o los retratos de Rafael y Ticiano”.

            El conocimiento de esta pintura, el estudio detenido de las composiciones, el tratamiento de los colores, la gesticulación y el realismo, forman parte de los elementos básicos de su obra, que respira un clasicismo latente. Concluye Giralt-Miracle: “Conoce bien los clásicos de los museos españoles y holandeses que, de un modo u otro, siempre se hacen presentes en sus obras, sea temática o formalmente, porque con elementos históricos y también usando referentes actuales realiza unas propuestas de apariencia pretendidamente festiva que, como en el teatro griego, contraponen la tragedia a la comedia y pretenden sacudirnos para hacernos pensar”.



Einstein


El retrato

            El retrato se convierte en claro protagonista de esta muestra que presenta a los personajes retratados de grandes dimensiones, superiores a las naturales, con telas que se mueven entre los 4 y los 6 metros cuadrados y que en ocasiones acopla formando trípticos o retablos. Mediante estas representaciones, la artista señala los puntos débiles de la sociedad contemporánea y construye narraciones que describen vivencias radicales del ser humano.

            Los elementos culturales, sociales y morales que vive el ciudadano del siglo XXI afloran de una forma explícita y no siempre amable, Lita Cabellut pone el dedo en la llaga, dotando todos los retratos de una profunda raíz psicológica. El personaje retratado, por naturaleza, intenta esconderse tras una carcasa para ocultar el yo verdadero empujado por un temor a mostrarse desnudo. Cabellut se propone traspasar estos límites marcados y llegar al fondo de cada uno de sus protagonistas. Una metáfora de esta búsqueda conceptual es la serie “Disturbance” (2015) donde se nos presentan las obras como un díptico donde la misma persona, vestida o desnuda, se expone segura en el primer caso, pudorosa en el segundo, subrayando la idea de chocar con la esencia del retratado, desnudándole de veladuras y de máscaras, llegando al fondo.


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